RIMBAUD
Creo que ya era invierno.
"La tarde cae fiel a su ritmo taoísta" nos dijo antes de subir a la motocicleta y alejarse por la estrecha calle, abandonando el refugio cuando comenzaba la lluvia.
Creemos que ya no volverá.
Somos una especie de cebra que divaga entre el cambio hacia lo desconocido y el retorno hacia lo mismo. La metamorfosis de nuestro ser trae el blanco-negro tatuado en la piel, la búsqueda y el desacierto de la mortalidad. Y a pesar de presentirlo, confiamos en sobrevivir después del amanecer gracias a la pasión derramada en el eros y a la congénita locura de desarmar cada día bajo el signo del porvenir, de lo que será.
3 Comments:
Muy bueno Belmar, y te felicito por los reconocimientos literarios!
saludos
Las vocales flotaban en el aire: vi a la "U", aún desgarrada, asomarse con timidez tras la "E".
Buenas palabras...
al final, regresé jeje
Su.
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